- Siete ejemplares de este bóvido representado en Altamira son trasladados desde Polonia para ser reintroducidos en la Cornisa dentro de un programa de recuperación.
La imponente estampa de los bisontes, ausente de la Cordillera Cantábrica desde hace mil años, ha retornado a las tierras de sus ancestros. El regreso ha sido por todo lo alto. Siete bisontes europeos -dos machos y cinco hembras- de los bosques polacos de Bialowieza y Pszczyna viven desde finales de mayo en el municipio palentino de San Cebrián de Mudá, cerca de la antesala de los Picos de Europa. La manada será la base de experimentación del Centro para la Conservación del Bisonte Europeo, que entra en funcionamiento este mes.
Los bisontes, con un peso que oscila entre 400 y 900 kilos, proceden de las tierras cercanas al mar Báltico, donde sobreviven los últimos ejemplares de la especie que se remonta a la prehistoria. En 1921 se exterminó al último bisonte europeo que vivía en estado salvaje. La especie se recuperó con ejemplares de zoológicos. Las reses fueron llevadas a Polonia.
España es, junto a Alemania, uno de los países de Europa que acogen bisontes oriundos de Polonia. La Junta de Castilla y León pretendía convertir San Cebrián en un referente turístico, usando como reclamo estos animales cuyo origen probablemente date del Pleistoceno. El trabajo de la asociación para la conservación del bisonte europeo en España, que preside Fernando Morán, ha conseguido convencer a las autoridades para crear en el municipio palentino el primer centro de cría para la preservación de la especie en España. De momento no está previsto que vivan en libertad.
La recepción de la manada, enviada por el Gobierno de Polonia, fue una fiesta para los vecinos, comandados por el alcalde Jesús González Ruiz, del PSOE, que no ocultó su satisfacción al ver los imponentes ejemplares llamados a consolidar un ambicioso proyecto de recuperación. El municipio se ha ganado a pulso convertirse en referente de los bisontes en España. El Consistorio lleva ocho años trabajando en el proyecto. Uno de los objetivos del alcalde de San Cebrián es lanzar una nueva actividad ganadera, plenamente integrada en el territorio. Los animales camparán a sus anchas por las 20 hectáreas de pradera y robledal que les ha destinado el Ayuntamiento. Serán analizados con lupa. Se analizará lo que comen y cómo se relacionan con el medio ambiente, a fin de comprobar si son beneficiosos para el ecosistema.
Los bisontes están considerados auténticas desbrozadoras naturales por la cantidad de forraje que consumen. Comen todos los matorrales, también previenen los incendios forestales.
Algunos estudios científicos concluyen que los bisontes habitaron en Navarra hasta el siglo XI y antes en otras regiones al norte del Ebro. Los nuevos ejemplares, ya palentinos de adopción, son similares a los que aparecen pintados en Altamira, y en Asturias en Covaciella y otras cuevas con pinturas del Paleolítico. Los primos americanos de los colosos bovinos europeos campan por las llanuras de Canadá y Estados Unidos, aunque casi siempre en ranchos y rara vez en manadas salvajes. Son más corpulentos y tienen la joroba más acentuada que los europeos, que en cambio alcanzan mayor altura y están considerados los animales terrestres más pesados del viejo continente. Viven unos 13 años y sus depredadores son los lobos y osos. Fernando Morán explica que en otros lugares de Europa los núcleos de cría y manadas en libertad controlada dejan grandes beneficios en los municipios que las acogen. Uno de los centros que hay en Alemania atrae a unos 100.000 visitantes cada año. Asturias, con más de 300.000 hectáreas forestales desaprovechadas, podría ser una buena candidata a acoger manadas de bisontes. En Palencia hay planes para poner en marcha cinco núcleos de cría y un «parque cuaternario» en Salinas de Pisuerga, Si las hembras entran en celo, tendrán una media de dos crías cada tres años.
El viaje de los bóvidos desde Polonia hasta San Cebrián ha sido una odisea. Han sido tres días de travesía y más de 4.000 kilómetros, bajo la supervisión de cinco expertos.
Uno de los parientes ibéricos del bisonte es el uro, origen del toro de lidia y de los bovinos actuales. De todos, excepto del bisonte, uno de esos raros eslabones perdidos en el mundo natural. Ahora regresa a España para conformar un nuevo futuro ganadero. Urogallos, osos y ahora bisontes.
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