jueves, 25 de noviembre de 2010

PETER MAYHEW,responsable de la conservación del urogallo en Escocia

«El urogallo cantábrico es una subespecie única y un elemento especial de la biodiversidad europea. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano por conservarlo». Lo dice Peter Mayhew, presidente del comité que gestiona el plan de acción sobre el urogallo del Gobierno británico y responsable de conservación en la sección del norte de Escocia de la Royal Society for Protection of Birds (RSPB), entidad fundada en 1889 que constituye una referencia internacional en la conservación de la vida salvaje.

Mayhew participó la semana pasada en León en una jornada sobre el urogallo cantábrico organizada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), en colaboración con la Fundación Biodiversidad, la Fundación Iberdrola y la Universidad de León, cuya facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales sirvió como sede del encuentro, al que asistieron técnicos de las administraciones autonómicas de la cordillera y expertos en la especie.

Mayhew explicó la experiencia escocesa en conservación del urogallo común. El urogallo desapareció de Escocia -su último reducto en Inglaterra- en 1785, fue reintroducido -en paralelo a una intensa reforestación- en 1837, se vio muy mermado de nuevo durante las dos guerras mundiales, que conllevaron la destrucción de amplias superficies de bosque, y actualmente se ha estabilizado gracias a los esfuerzos de conservación que recibe. Como responsable de RSPB, Mayhew gestiona un territorio de 40.000 hectáreas pertenecientes a la reserva de Abernethy, en las Cairngorms, y a las turberas de Forsinard Flow, también en las Highland escocesas. Abernethy es la plaza fuerte del urogallo en Escocia, el lugar donde se reconstruyó su población y donde se ha sentado un modelo de gestión que funciona.

-La RSPB adquirió el bosque de Abernethy en 1988; desde entonces ha trabajado en la conservación del urogallo a través de la restauración forestal, los controles de zorros y cornejas y la corrección y señalización de las cercas cinegéticas para el ciervo. Actuando sobre esos tres problemas (pérdida de hábitat, depredadores y obstáculos) el número de urogallos ha aumentado progresivamente. ¿Son esas las claves?

-Se había predicho que la población escocesa de urogallo desaparecería en 2010. Cuando los científicos examinaron su dinámica de población a mediados de los años noventa, la población disminuía un 16 por ciento al año. Hoy tenemos una población estable, aunque fluctuante entre 1.000 y 2.000 ejemplares. Esto significa que las medidas aplicadas han tenido éxito para frenar el declive de esta especie. Ha sido una mezcla compleja de actuaciones: traslado de cercas, gestión de predadores, manipulación del hábitat y trabajo con la gente. Abernethy tiene una población estable de urogallo, que continúa siendo la principal de Escocia y que ha estado en la primera línea de este éxito.

-¿Qué modelo de gestión del hábitat están desarrollando?

-En primer lugar, hemos ampliado la superficie forestal porque el problema clave en Escocia es la fragmentación del bosque. Planeamos doblar la superficie de bosque de 4.000 a 8.000 hectáreas. Esta reforestación la estamos llevando a cabo de forma natural, de modo que es un proceso muy largo, tal vez de unos 200 años. Por eso es preciso abordar al mismo tiempo actuaciones a corto plazo porque la especie se encuentra en una situación delicada ahora. Ese tipo de medidas comprende el traslado o la señalización de todas las cercas cinegéticas en Abernethy, para evitar el riesgo de colisión de los urogallos adultos con ellas, y estamos embarcados en un programa para favorecer el desarrollo del arándano, que es importante en la alimentación de los pollos, mediante el manejo conjunto del ganado, las quemas y las cortas. También hemos represado zonas desecadas para recrear turberas forestales, que pueden ser importantes para la alimentación de los pollos y las hembras en años secos. Finalmente, hemos creado una capa protectora con árboles caídos, que favorece que los urogallos puedan escapar de sus depredadores.

-¿Qué criterio sigue el control de depredadores? ¿Cómo se lleva a cabo y a qué especies afecta?

-Controlamos sólo zorros y cornejas, cuya acción depredadora se ha demostrado que afecta a la productividad del urogallo. Usamos sólo métodos que permiten garantizar el bienestar de las especies objeto de los controles. Además, seguimos estudiando el posible efecto de la depredación de la marta.

-El tipo de manejo aplicado en Abernethy ha demostrado ser efectivo. ¿Se ha convertido en el modelo para la conservación del urogallo en el resto de Escocia?

-Sí. Cuando comenzamos este trabajo, hace veinte años, introdujimos técnicas novedosas, que apenas se aplicaban, como la regeneración del bosque sin el uso de cercas para los ciervos. A lo largo de los años hemos mostrado esas técnicas a cientos de personas en Abernethy y en la actualidad nuestras técnicas son consideradas fundamentales.

-Se ha invertido mucho dinero en reforestación en Escocia y se han plantado más de 50.000 hectáreas de pinos, con el apoyo de la Comisión Forestal de Escocia. Este trabajo se ha hecho conciliando el objetivo de conservación con la explotación forestal y con el uso recreativo de los bosques. ¿Cómo se logra ese equilibrio?

-Los pinares gestionados comercialmente en Escocia pueden ser un hábitat verdaderamente bueno para el urogallo. Por ejemplo, el sistema tradicional de cortas cada veinte años, aproximadamente, es excelente para conseguir una buena cobertura de arándanos. El único problema viene en la época de talas. Nos gustaría que las zonas de tala fuesen pequeñas y repartidas a lo largo de varios años para proteger los cantaderos y las áreas de reproducción de los urogallos. Creemos que la producción comercial de madera y el urogallo pueden coexistir.

-Las molestias humanas, ¿representan un problema para el urogallo durante la época de cría?

-Sí, en algunas circunstancias. El urogallo parece evitar los caminos que la gente utiliza regularmente. Esto puede reducir la superficie de bosque disponible para el urogallo. La solución a este problema pasa por una planificación muy cuidadosa del uso humano de los bosques.

-Se ha comprobado que el urogallo cría más pollos cuando el mes de abril comienza con temperaturas cálidas y también aumenta el éxito reproductor si los últimos días de mayo y los primeros de junio son cálidos y secos. Sin embargo, la tendencia es que las primaveras sean más frescas y, en las fechas más avanzadas, más frías y húmedas, con nevadas tardías y fuertes lluvias. Los científicos están de acuerdo en que es una causa importante, si no la principal, de la baja supervivencia de los pollos. ¿Cómo se puede luchar contra un factor climático para salvar al urogallo?

-Nosotros continuamos trabajando a un nivel estratégico para minimizar las emisiones de CO2 y reducir el riesgo que el cambio climático representa para toda la biodiversidad, incluido el hombre. Pero si el cambio climático está afectando ya al urogallo esto no significa que debamos rendirnos porque es un problema que puede llevar mucho tiempo resolver. Debemos hacer todo lo que podamos a corto plazo para asegurar que la población de urogallo es tan robusta como sea posible, de forma que pueda sobrellevar los efectos del cambio climático. Esto significa trabajar sobre el hábitat, sobre los depredadores, sobre las molestias humanas, etcétera, tan vigorosamente como se pueda, y hacerlo ya.

-La población cantábrica de urogallo se encuentra en el límite suroeste del área mundial de distribución de la especie y está aquí como reliquia de las glaciaciones del Pleistoceno. Hay quien defiende que ha llegado su hora.

-Puede ser que el cambio climático tenga un efecto más importante en esta población periférica que en otras situadas más al norte. Pero es una subespecie única y un elemento realmente especial de la biodiversidad europea. Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano por conservar esta población tan especial en las montañas cantábricas.

-Algunos científicos involucrados en el estudio y en la conservación de la población cantábrica son partidarios de no intervenir porque consideran que las causas del declive de la especie aún no se conocen con suficiente claridad.

-No tenemos fundamentos científicos sólidos sobre todos los elementos de la biología del urogallo en toda su área de distribución. Pero llevamos muchas décadas de investigación sobre esta especie en Europa y disponemos de muchos indicadores de lo que puede estar ocurriendo en la cordillera Cantábrica. Debemos aplicar cuidadosamente lo que nos indican esos conocimientos, hacer un seguimiento de los resultados y estar preparados para cambiar de dirección si los resultados no son tan positivos como esperábamos. Así se trabaja en numerosas acciones de conservación.

-La actual población escocesa de urogallo es resultado de un programa de reintroducción. En Asturias se ha puesto en marcha un centro de cría en cautividad de la especie. ¿Qué papel debe jugar ese stock de aves cautivas, una vez se consiga, en el marco de un programa de conservación?

-En Escocia el urogallo fue reintroducido hace casi 200 años. Y esa reintroducción fue un éxito en unas circunstancias particulares: se realizó una amplia reploblación forestal y existía un bajo número de depredadores. Se han hecho algunos intentos recientes de reintroducción en los últimos años, pero no han tenido mucho éxito. Nuestro enfoque en Escocia es trabajar con la población de entre 1.000 y 2.000 aves que tenemos y hacer las condiciones tan buenas como sea posible para sus necesidades. La reintroducción puede jugar un papel en la cordillera Cantábrica, pero debería realizarse con mucho cuidado, sobre todo para asegurarse de que los pollos son capaces de alimentarse por sí mismos y de evitar a los depredadores en estado silvestre. Y esto puede ser difícil de conseguir.

«La producción comercial de madera y la conservación del urogallo pueden coexistir»

«La reintroducción puede jugar un papel, pero los intentos recientes en Escocia no han tenido éxito»

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