La Fundación Oso Pardo cree que el cercado de Proaza y Santo Adriano no puede quedar vacío cuando mueran las osas cuya descendencia se descarta.
Hay que buscar un relevo para «Paca» y «Tola», las dos osas hermanas que viven en semicautividad en el cercado de Proaza y San Adriano y que ya no tendrán descendencia, después de que la Fundación Oso de Asturias (FOA), encargada del programa de manejo y reproducción de los animales, haya anunciado que ya no se intentará más que las osas queden preñadas por sus escasas posibilidades de concebir, debido a su longevidad. La FOA desiste del intento que empezó en el año 2008 con la llegada de un macho procedente del parque de la naturaleza de Cabárceno, «Furaco». La Fundación Oso Pardo (FOP) cree que osos mutilados o en cautividad son los candidatos ideales para ocupar el lugar de las dos hermanas una vez hayan fallecido.
Guillermo Palomero, presidente de la FOP, la ONG fundada en el año 1992 para la recuperación del oso pardo cantábrico en la cordillera, considera imprescindible que otros osos ocupen el cercado de Santo Adriano. «Habrá que buscar algún animal que tenga problemas para vivir en libertad u optar por osos que vivan en cautividad, pero el cercado no se puede quedar vacío». Palomero lamenta que «Paca» y «Tola» no hayan logrado tener descendencia, a pesar de los intentos de la FOA, y desgrana que el programa de reproducción de las osas «tendría que haberse iniciado diez años antes, cuando estaban en plena edad fértil, pero nadie se atrevió a hacerlo por miedo a que alguna de las osas les ocurriese algo». Ahora, con 22 años, «es prácticamente imposible que se queden preñadas».
El presidente de la FOP cree que hay que «ir planteándose en serio la búsqueda de relevo para las osas» y añade que «no se puede permitir que el cercado de Santo Adriano se quede vacío después de todo lo que las osas han supuesto para Asturias y para el concejo». «Paca» y «Tola» se convirtieron en un símbolo de la lucha contra el furtivismo, ya que fue un cazador el que las dejó sin madre en el año 1989.
Desde ese momento las osas pasaron a ser un emblema de la conservación en Asturias, pero además su vida en semicautividad en el cercado sirvió para que miles de personas se acercasen a conocerlas y para revitalizar la economía de los dos concejos, que impulsaron la Senda del Oso y consiguieron tejer un modelo de desarrollo rural vinculado a este animal. «Hay que seguir estimulando el turismo del valle y seguir sensibilizando el turismo», concreta Guillermo Palomero. «Si en su día se hubiesen tomado decisiones en firme y consensuadas con "Paca" y "Tola" otro gallo nos cantaría», lamenta el presidente del FOP.
La vida de un oso pardo cantábrico no suele superar los 25 o 30 años en libertad, aunque la esperanza de vida puede ser sensiblemente mayor cuando la especie vive en cautividad, como es el caso de «Paca» y «Tola».
Las dos hermanas osas más famosas de Asturias no serán madres, sin embargo los expertos apuestan por que el Principado siga teniendo unos osos que enseñar al mundo en el cercado de Santo Adriano y Proaza. De momento, la Fundación Oso de Asturias, aunque ha abandonado su apuesta por conseguir que los animales se reproduzcan, seguirá manteniendo a «Furaco» en sus instalaciones en convivencia con las hembras. Este macho, que fue cedido por el parque de la naturaleza de Cabárceno, tiene entre 14 y 16 años y pesa 302 kilos. A pesar de que el plantígrado tuvo varias montas con «Tola», la osa ha dejado su período de semihibernación y no ha tenido cría. Las expectativas puestas en este proyecto, «quizá demasiadas», como concreta Palomero, no han dado sus frutos y el final feliz que todos esperaban, convirtiendo a las hermanas huérfanas en madres se ha diluido con el tiempo. Ahora el objetivo es buscarles reemplazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario