Los pasados días 13 y 16 de marzo el Seprona de Villablino, agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, y vigilantes de la Fundación Oso Pardo (FOP) localizaron los cadáveres de dos buitres leonados en montes de los municipios leoneses de Cabrillanes y Barrios de Luna. Los dos buitres fueron encontrados en pleno corredor de comunicación entre las dos subpoblaciones de oso cantábrico.
En el caso de Cabrillanes, la Patrulla Oso que la FOP tiene destacada en Villablino recibió el aviso de un particular, que había visto un buitre muerto no lejos de la localidad de Piedrafita de Babia.
La Patrulla Oso de la FOP y miembros del Seprona de Villablino rastrearon la zona y recogieron el cadáver del buitre, que tenía la cavidad bucal llena de carne.
A la vista de que todos los síntomas apuntaban a un caso de envenenamiento, aunque para confirmarlo habrá que esperar al análisis toxicológico, efectivos del Seprona y de la FOP rastrearon al día siguiente los alrededores sin encontrar ni más cadáveres, ni cebos envenenados.
El uso del veneno es un delito severamente castigado y pone en riesgo a los ejemplares de oso pardo que pueden alimentarse en carroñas y cebos envenenados; de hecho, en la última década se encontraron siete osos envenenados en diferentes localidades de la Cordillera Cantábrica.
Igualmente en marzo, el equipo de campo de la FOP adscrito al proyecto LIFE ‘Corredores Oso’ localizaron y retiraron dos lazos de acero en montes del Concejo de Lena. Puesto el hallazgo en conocimiento de la Dirección General de Biodiversidad y Paisaje, se organizó un operativo de búsqueda en el que participaron cinco guardas del Principado y dos miembros de la FOP, con el resultado de cuatro lazos de acero localizados y desactivados. Las trampas ilegales estaban preparadas en un entorno de prados y bosques de haya y roble.
Me pregunto que les molestan los animales, en este caso buitres, pero el azote del veneno en los bosques es terrible, mata indiscriminadamente. De pena. Saludos.
ResponderEliminar